Opinión
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Carmen Parejo Rendón
Escritora y analista en distintos medios audiovisuales y escritos. Directora del medio digital
Revista La Comuna. Colaboradora en Hispan TV y Telesur. Enfocada en el estudio y análisis de
la realidad latinoamericana y de Asia Occidental.
Los intereses detrás de haber aupado y dado la bienvenida a esta diáspora multimillonaria y bastante corrupta venezolana en España son evidentes: tratar de derrocar el proceso revolucionario en Venezuela.
Pese a las embestidas de las extremas derechas de nuevo cuño, los pueblos resisten y escriben su historia porque les pertenece.
Las estampas que se ven actualmente en Argentina, contra la memoria y lo público, sirven para visualizar, en su expresión simbólica y práctica, algo aún más aterrador.
¿Sabrá ahora el CEO de Telegram cuáles son las reglas del juego para que el "democrático" Occidente le deje ser parte de su cónclave?
El número de reporteros asesinados por el ejército israelí en la Franja de Gaza, solo desde el 7 de octubre de 2023, ya supera los 170.
Se le exige al sistema electoral venezolano unas garantías y explicaciones apresuradas, aumentando con ello la percepción de incertidumbre, de un estado anómalo de las cosas.
La oposición venezolana más reaccionaria ha desconocido todos los procesos electorales en el país, salvo los que les han otorgado la victoria.
Israel vulneró la Convención de Viena atacando a servicios diplomáticos de Irán.
El Gobierno español no ha hecho más que asegurar su confianza en el sistema polaco, uno que ellos mismos cuestionaban hace no demasiado tiempo.
Este espectáculo de "preocupación democrática" no es más que una estrategia de injerencia política con unos fines muy determinados.
El tema va poco a poco desapareciendo de las mesas de análisis político de la mayoría de los medios de comunicación.
Esta segunda vuelta ha constatado que existe una masa social en Francia cansada tanto de la amenaza de la extrema derecha como de las consecuencias sociales y políticas de los gobiernos neoliberales.