El 'error' de las agencias roe los pilares de la economía
El 'error informático' de la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's (S&P), que hace dos semanas rebajó la calificación de Francia, desató un gran escándalo financiero. De la misma forma, el resto agencias calificadoras de EE. UU. alborotan la economía y 'zarandean' el bote financiero con rebajas de calificación de diferentes países, al margen de que lo hagan de forma errónea o premeditada.
París exige sanciones
El Gobierno francés exige que la agencia de calificación financiera estadounidense S&P sea sancionada por anunciar equivocadamente una rebaja en la calificación crediticia de su país. "Uno no puede tener poderosas responsabilidades sobre la economía sin recibir, en caso de error, sanciones que estén en línea con el impacto de lo ocurrido", dijo el jueves el ministro francés de Finanzas, Francois Baroin.
El pasado 10 de noviembre un supuesto error informático hizo que S&P enviara un mensaje erróneo sugiriendo que la calificación crediticia de Francia (AAA) había sido modificada a la baja. S&P aclaró después que no había tomado decisión alguna sobre Francia y achacó el error a un 'fallo informático'. Por su parte, el ministro de Finanzas francés calificó el error de "espantoso" y pidió a los reguladores investigar el incidente.
Al mismo tiempo, Standard & Poor’s continúa advirtiendo que las calificaciones crediticias de la zona euro podrían verse de nuevo bajo presión si gran parte de la zona euro vuelve a caer en recesión. En este sentido, la agencia estadounidense de calificación Fitch no descarta una rebaja del índice financiero de Francia caso de agravarse la crisis en la eurozona.
Los bonos 'basura' pueden 'ensuciar' a Portugal
Coincidiendo con la convocatoria en Portugal de una nueva huelga general, la segunda en un año, la agencia estadounidense Fitch preparó para el Gobierno luso un 'regalito' más: el recorte en un escalón de la nota de deuda portuguesa hasta el nivel de BB+ o 'bono basura' (Junk Bond). Además, ha decidido mantenerla en pronóstico negativo, es decir, que está sujeta a nuevas rebajas.
La huelga, unida a la protestas de miles de manifestantes (que dejó heridos en Lisboa), al aumento de los ya elevadísimos intereses de la deuda soberana y al ‘diagnóstico’ de Fitch, han movido a algunos analistas a bautizar este jueves como 'el peor día en medio año del Gobierno luso'.
Las recortes de las agencias internacionales –Fich, Moody's, Standard & Poor's- desde sus sedes en Wall Street extienden el nerviosismo en la eurozona y provocan la huida de los clientes de los bancos europeos, lo que se une a la larga ‘cadena’ de problemas financieros para los países de Europa, afectados por la crisis financiera.
Brasil, víctima del 'error técnico'
Una semana después de su desliz en el recorte de la calificación crediticia de Francia, el pasado 17 de noviembre Standard & Poor's cometió un nuevo ‘error’, esta vez ‘técnico’, al airear a los cuatro vientos la calificación de Brasil.
La agencia calificadora confundió los inversionistas en su informe sobre la nueva nota para la deuda en moneda extranjera a largo plazo para Brasil y dijo que subía a ‘BBB-’, cuando Brasil ya estaba en ese nivel y en realidad la había subido a ‘BBB’.
El portavoz de S&P, John Piecuch, explicó que el titular incorrecto había sido enviado a algunos suscriptores y dijo que en la agencia “se estaba investigando el error”. El texto del informe “era correcto”, pero el titular “confundió” a los inversionistas inicialmente, precisó Piecuch.
¿Rebajas erróneos o premeditados?
Los expertos no están seguros de que estos ‘errores’ no sean intencionados. “Hay mucha volatilidad y confusión en las actividades de Standard and Poor's”, indica el director de inversiones de la compañía Squanto Investimentos (Sao Paulo, Brasil), Mauricio Junqueira. “Standard and Poor's tiene que ser más cuidadosa”, añade el analista financiero.
Así, los analistas sospechan que no se trata sólo de ‘errores informaticos’ o ‘técnicos’, lo que viene a ser lo mismo. Tanto más, cuanto las leyes de EE.UU. no suponen ninguna amenaza para las agencias calificadoras, ya que no estipulan ningún tipo de sanción por las ‘rebajas erróneas’ y los daños causados a un país, a sus instituciones financieras e inversores.