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El caníbal sirio promete más atrocidades si no hay ayuda de Obama
El rebelde sirio conocido por un acto de canibalismo contra un soldado del Ejército oficial ha prometido atrocidades más crueles si el Gobierno estadounidense no suministra armas pesadas a los insurgentes ni impone una zona de exclusión aérea.
El insurgente Abu Sakkar, que recibió una contundente condena internacional en mayo pasado tras aparecer en una grabación extrayendo con un cuchillo y mordiendo, según varias opiniones, el corazón, el hígado o un fragmento de pulmón de su enemigo, se ha visto de nuevo en el foco de la atención al ser entrevistado por la BBC la semana pasada.
En una crítica a Occidente por no hacer nada para ayudar a los insurgentes en el conflicto sirio, Sakkar advierte: "Si no hay ayuda, una zona de exclusión aérea, armas pesadas, haremos cosas aún peores. No han visto nada todavía".
En la entrevista Sakkar justifica su brutal acto diciendo que aquel soldado llevaba grabaciones que presuntamente probaban su participación en torturas, violaciones y asesinatos de civiles.
Pese a las promesas que hizo en mayo pasado el opositor Ejército Libre Sirio de castigar a Sakkar, el caníbal permanece en libertad.
El vídeo con el acto necrófago provocó cuestiones acerca de los planes de Occidente para suministrar armas a los insurgentes.
El presidente ruso, Vladímir Putin, quien se opone a la injerencia militar internacional en Siria, acentuó en una rueda de prensa tras su reunión con el primer ministro británico, David Cameron, en Londres el mes pasado: "Dudo que haya que apoyar a gente que al asesinar a sus enemigos destripan sus cadáveres y comen sus tripas delante de todo el mundo".
En una crítica a Occidente por no hacer nada para ayudar a los insurgentes en el conflicto sirio, Sakkar advierte: "Si no hay ayuda, una zona de exclusión aérea, armas pesadas, haremos cosas aún peores. No han visto nada todavía".
Si no hay ayuda, una zona de exclusión aérea, armas pesadas, haremos cosas aún peores. No habéis visto nada todavía
En la entrevista Sakkar justifica su brutal acto diciendo que aquel soldado llevaba grabaciones que presuntamente probaban su participación en torturas, violaciones y asesinatos de civiles.
Pese a las promesas que hizo en mayo pasado el opositor Ejército Libre Sirio de castigar a Sakkar, el caníbal permanece en libertad.
El vídeo con el acto necrófago provocó cuestiones acerca de los planes de Occidente para suministrar armas a los insurgentes.
El presidente ruso, Vladímir Putin, quien se opone a la injerencia militar internacional en Siria, acentuó en una rueda de prensa tras su reunión con el primer ministro británico, David Cameron, en Londres el mes pasado: "Dudo que haya que apoyar a gente que al asesinar a sus enemigos destripan sus cadáveres y comen sus tripas delante de todo el mundo".
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