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La Flotilla de la Libertad acusa a Israel de “piratería”
La Coalición Internacional de la Flotilla de la Libertad tachó este jueves el arresto de su barco Estelle por parte de la Marina de Israel de un acto de "piratería" y llamó a los países cuyos ciudadanos viajaban en él a romper "el silencio cómplice con las políticas de ocupación en Palestina".
El comunicado emitido por la Coalición reclama levantar el bloqueo a Gaza, a la que denominaron “una inmensa cárcel al aire libre”. "Esta forma de castigo colectivo debe acabar. No es aceptable ni posible construir seguridad o paz sobre la base del castigo. No es otra cosa sino un prolongado crimen contra la legalidad internacional y contra los derechos humanos", apunta.
Estelle fue detenido el pasado 20 de octubre en aguas internacionales, a pocas millas de la costa de la Franja de Gaza, adonde se dirigía con ayuda humanitaria a bordo destinada a romper el bloqueo impuesto por Israel sobre la zona. En el buque viajaban activistas de España, Finlandia, Suecia, Noruega, Canadá, Italia, Grecia y otros países. Todos ellos quedaron arrestados para ser deportados luego a sus países natales. A bordo iban también tres activistas pro palestinos del propio Israel: serán procesados, según fuentes locales.
Según los autores del texto, la interceptación del buque fue “una clara violación de las leyes internacionales y de los derechos humanos” y “un acto de piratería”, ya que la Marina israelí actuó fuera de sus fronteras. Denuncian, además, la violencia que sufrieron los participantes de la misión: “Lo que Israel ha declarado que fue una toma pacífica constituyó realmente una demostración más del uso excesivo de la fuerza y la humillación contra el activismo pacífico y la resistencia no violenta”.
“Según nos han explicado los tres españoles que viajaban en el barco, el abordaje fue muy agresivo, como si fuera la guerra. Lanchas con militares encapuchados del Ejército israelí rodearon durante varias horas al Estelle y finalmente entraron arrojando bombas de sonido al barco y golpeando a los activistas con pistolas Taser que provocan descargas eléctricas”, explicó por su parte Manuel Espinar, portavoz de Rumbo a Gaza, al periódico español Diagonal.
"El Ejército de Israel asaltó como piratas el barco", contó al volver a casa el español Ricardo Sixto, parlamentario de Esquerra Unida en el Congreso de los Diputados que viajaba en el buque. Calcula que en el asalto contra el Estelle en el que había una treintena de pasajeros participaron, al menos, ocho barcas rápidas, un helicóptero que sobrevolaba el mar, tres grandes buques de la Armada y más de un centenar de soldados.
"Eran soldados muy jóvenes, cargados de armas hasta los dientes, y todos iban encapuchados. No mostraron la cara en ningún momento. Entraron con las armas apuntándonos y diciendo que nos sentáramos en el suelo. Nos amenazaron con pistolas eléctricas y las llegaron a utilizar”, detalló. Opina que los efectivos tenían sus caras cubiertas ya que eran conscientes de que estaban violando la legalidad internacional.
Estelle llevaba a bordo dos olivos, 41 toneladas de cemento (prohibido por Israel en Gaza), sillas de ruedas, andadores, muletas, estetoscopios para asistencia al parto, libros infantiles, juguetes, 600 balones de fútbol, instrumentos y equipamientos musicales, iluminación técnica y una radio VHF. Toda la carga quedó retenida.
Estelle fue detenido el pasado 20 de octubre en aguas internacionales, a pocas millas de la costa de la Franja de Gaza, adonde se dirigía con ayuda humanitaria a bordo destinada a romper el bloqueo impuesto por Israel sobre la zona. En el buque viajaban activistas de España, Finlandia, Suecia, Noruega, Canadá, Italia, Grecia y otros países. Todos ellos quedaron arrestados para ser deportados luego a sus países natales. A bordo iban también tres activistas pro palestinos del propio Israel: serán procesados, según fuentes locales.
Según los autores del texto, la interceptación del buque fue “una clara violación de las leyes internacionales y de los derechos humanos” y “un acto de piratería”, ya que la Marina israelí actuó fuera de sus fronteras. Denuncian, además, la violencia que sufrieron los participantes de la misión: “Lo que Israel ha declarado que fue una toma pacífica constituyó realmente una demostración más del uso excesivo de la fuerza y la humillación contra el activismo pacífico y la resistencia no violenta”.
“Según nos han explicado los tres españoles que viajaban en el barco, el abordaje fue muy agresivo, como si fuera la guerra. Lanchas con militares encapuchados del Ejército israelí rodearon durante varias horas al Estelle y finalmente entraron arrojando bombas de sonido al barco y golpeando a los activistas con pistolas Taser que provocan descargas eléctricas”, explicó por su parte Manuel Espinar, portavoz de Rumbo a Gaza, al periódico español Diagonal.
"El Ejército de Israel asaltó como piratas el barco", contó al volver a casa el español Ricardo Sixto, parlamentario de Esquerra Unida en el Congreso de los Diputados que viajaba en el buque. Calcula que en el asalto contra el Estelle en el que había una treintena de pasajeros participaron, al menos, ocho barcas rápidas, un helicóptero que sobrevolaba el mar, tres grandes buques de la Armada y más de un centenar de soldados.
"Eran soldados muy jóvenes, cargados de armas hasta los dientes, y todos iban encapuchados. No mostraron la cara en ningún momento. Entraron con las armas apuntándonos y diciendo que nos sentáramos en el suelo. Nos amenazaron con pistolas eléctricas y las llegaron a utilizar”, detalló. Opina que los efectivos tenían sus caras cubiertas ya que eran conscientes de que estaban violando la legalidad internacional.
Estelle llevaba a bordo dos olivos, 41 toneladas de cemento (prohibido por Israel en Gaza), sillas de ruedas, andadores, muletas, estetoscopios para asistencia al parto, libros infantiles, juguetes, 600 balones de fútbol, instrumentos y equipamientos musicales, iluminación técnica y una radio VHF. Toda la carga quedó retenida.
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