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Irán intervendrá en Irak "sin restricciones" si caen las ciudades de Kerbala y Nayaf
Si los islamistas suníes del Estado Islámico toman las ciudades sagradas chíitas iraquíes de Kerbala y Nayaf, Irán intervendrá en Irak "sin restricciones", según ha ordenado el presidente Hasán Rohaní, informa la agencia EFE.
Según el presidente iraní, las ciudades de Kerbala y Nayaf "son la línea roja de Irán", informa la agencia Efe, que cita declaraciones del ministro de Interior iraní, Abdolreza Rahmaní-Fazlí a la agencia de noticias iraní Mehr. "Un día fuimos informados de que era posible la caída de Kerbala y Nayaf", siguó el ministro, afirmando que el presidente Rohaní ha dicho que si eso ocurriera “no habría restricciones operativas" para la intervención de Irán en Irak.
El grupo yihadista Estado Islámico es conocido por su actitud violenta hacia otras religiones y etnias. En los territorios que la organización ha conquistado en Irak, ha demolido antiguos templos y mezquitas. Así, a finales de julio, miembros del Estado Islámico destruyeron ante una multitud el santuario del profeta Jonás, al este de la ciudad de Mosul, venerado tanto por cristianos como por musulmanes.
Además de los chiitas, desde el inicio de la ofensiva del EI en el norte del país, unos de sus objetivos principales fueron los kurdos y los yazidíes, a los que los milicianos obligan a convertirse en el islam suní o morir.
La amenaza que representa el EI, ha unido de cierta manera a viejos enemigos, EE.UU. e Irán, ya que ambos países apoyan al Gobierno chiita de Irak en su lucha contra los islamistas.
El grupo yihadista Estado Islámico es conocido por su actitud violenta hacia otras religiones y etnias. En los territorios que la organización ha conquistado en Irak, ha demolido antiguos templos y mezquitas. Así, a finales de julio, miembros del Estado Islámico destruyeron ante una multitud el santuario del profeta Jonás, al este de la ciudad de Mosul, venerado tanto por cristianos como por musulmanes.
Además de los chiitas, desde el inicio de la ofensiva del EI en el norte del país, unos de sus objetivos principales fueron los kurdos y los yazidíes, a los que los milicianos obligan a convertirse en el islam suní o morir.
La amenaza que representa el EI, ha unido de cierta manera a viejos enemigos, EE.UU. e Irán, ya que ambos países apoyan al Gobierno chiita de Irak en su lucha contra los islamistas.
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