La compañía energética y aeroespacial estadounidense Radia anunció este viernes el WindRunner for Defense, un avión de carga ultragrande diseñado para cubrir la brecha de transporte estratégico de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
El anuncio se realizó en la Conferencia sobre aire, espacio y cibernética de la Asociación de Fuerzas Aéreas y Espaciales (AFA). La aeronave, presentada como "la más grande jamás construida en términos de volumen", está optimizada para volumen más que para peso, y tiene el objetivo de trasladar sistemas completos y listos para operar hacia lugares remotos o con infraestructura limitada.
El WindRunner permitirá mover equipos complejos como radares de largo alcance, helicópteros u hospitales móviles sin necesidad de desensamblarlos ni contar con instalaciones especializadas, complementando así a los veteranos C-5, C-17 y A400M, que a menudo resultan insuficientes para transportar cargas de gran tamaño.
"No estamos reemplazando a las leyendas que han cargado con el peso durante décadas; las estamos reforzando con una capacidad comercial que puede desplegarse cuando y donde los comandantes lo necesiten", señaló Mark Lundstrom, fundador y CEO de Radia.
Características
Entre sus especificaciones más destacadas, la aeronave ofrece siete veces más volumen que un C-5 y 12 veces más que un C-17, lo que le permite trasladar hasta seis helicópteros CH-47 Chinook sin desarmar, cuatro cazas F-35C sin reabastecimiento aéreo o cuatro convertiplanos CV-22 Osprey directamente al combate.
Puede operar en pistas no pavimentadas de 1.800 metros y llegar a zonas afectadas por desastres o sin infraestructura adecuada, lo que amplía su utilidad en escenarios militares y de emergencia.
Radia estima que el primer vuelo de esta aeronave tendrá lugar hacia finales de la década, utilizando componentes ya certificados y probados. La compañía destacó que el WindRunner está pensado no solo para fines militares, sino también para misiones humanitarias, despliegues en el Ártico y apoyo a la Fuerza Espacial.
