
"Huéspedes de hotel": Alcaldesa de una ciudad suiza critica a los refugiados ucranianos

Los refugiados ucranianos que viven en Suiza no quieren trabajar, cooperar ni integrarse en la sociedad, lo que los distingue de acogidos de otros países, por lo que se convierten en una carga fiscal para el Gobierno federal, denunció este lunes en un artículo la alcaldesa de Wigoltingen, Franca Burkhardt.
De acuerdo con la política, actualmente alrededor de 70.000 ucranianos gozan del estatus de protección S, que permite a las personas quedarse en Suiza de forma legal, acceder a alojamiento, asistencia médica y social y trabajar o estudiar en el país sin pasar por el largo proceso de asilo.

Así, manifestó que la actitud de algunas personas con derecho a protección S, que se otorga principalmente a ciudadanos ucranianos y sus familiares, hacia las autoridades y los servicios sociales es "problemática" y nombró entre los problemas "la falta de respeto, la falta de cooperación o la falta de voluntad para integrarse y trabajar", que no son "casos aislados". "En lugar de gratitud, a menudo predominan las actitudes de exigencia y consumismo", indicó.
En la misma línea, subrayó que tales problemas no suelen encontrarse entre "quienes realmente se han visto afectados" por conflictos, y las personas que se comportan "de forma exigente y complicada" son más bien "aquellas que solo poseen un pasaporte ucraniano" o provienen de regiones menos afectadas.
En este contexto, sostuvo que refugiados ucranianos muestran rechazo hacia otros refugiados, especialmente los procedentes de Afganistán. "Declaraciones como 'No vivo con afganos' son inaceptables y complican enormemente el alojamiento conjunto", enfatizó, añadiendo que, en comparación con los ucranianos, los refugiados afganos "se esfuerzan visiblemente por integrarse, aprenden alemán, trabajan y asumen responsabilidades".
"Suiza ofrece protección y apoyo a personas refugiadas, no a turistas. Quien se comporta como en un hotel, debería pagar por ello. Quien necesita protección, debe aportar a su integración", recordó. Asimismo, advirtió que al tener hoy a estos "huéspedes de hotel" bajo el estatus S, mañana se pasarán a la protección del sistema de asistencia social. "Esto no es viable, especialmente para las pequeñas comunidades. Quien se queda, debe integrarse: con respeto, con esfuerzo y con la conciencia de que la ayuda no es un camino de un solo sentido", sentenció.