Encuentran en chimpancés una característica típica de los humanos
Un grupo internacional de investigadores ha demostrado que los gestos de los chimpancés salvajes comparten con el lenguaje humano estructuras conversacionales similares. En particular, los científicos constataron en un nuevo estudio que estos primates participan del estilo de conversación ágil de los humanos.
Se interrumpen como nosotros
Los autores del estudio señalan, que por regla general, solo transcurren unos 200 milisegundos entre el final de la frase de un hablante humano y la respuesta de su interlocutor, y que esa rapidez con la que se toman decisiones y se responde constituye un rasgo distintivo de nuestra comunicación. Los científicos sostienen que estos "espacios" en la conversación son tan breves que no tenemos tiempo de procesar mentalmente la última palabra que dijo nuestro interlocutor antes de comenzar a responder.
New Paper in @CurrentBiology! Chimpanzees across FIVE communities take rapid turns in gesture-to-gesture exchanges resembling human conversational patterns. Language may not be a pre-requisite for fast-paced, coordinated communication in social species https://t.co/XzpLmCgyCYpic.twitter.com/3fUJpuPgrU
— Gal Badihi (@Gal_Badihi) July 22, 2024
"Es sorprendente ver lo cercanos que estaban los tiempos de los chimpancés y de los humanos, y que, al igual que nosotros, los chimpancés a veces incluso se interrumpían entre sí en mitad de un gesto", comenta Catherine Hobaiter, primatóloga de la Escuela de Psicología y Neurociencia de la Universidad de St Andrews (Reino Unido). "Los chimpancés tenían un rango más amplio de tiempos: los intervalos iban desde interrumpir al señalizador 1.600 milisegundos antes de que terminara su gesto, hasta tardar 8.600 milisegundos en responder", puntualiza la experta.
Evolución del lenguaje
Independientemente de las variaciones culturales, la estructura de una conversación es universal para los humanos y muestra intervalos de tiempo similares entre turnos de conversación, incluso en diferentes idiomas. Estudios revelan que el tiempo promedio de respuesta para los hablantes de japonés fue de 7 milisegundos frente a los 470 milisegundos que demoran en intervenir los de danés.
Dada la naturaleza universal de esta estructura de conversación, los científicos consideran que este aspecto clave del uso del lenguaje evolucionó hace mucho tiempo, incluso antes de que surgiera el lenguaje tal y como lo conocemos. "Todavía no sabemos cuándo evolucionaron estos patrones de conversación humana y por qué motivo", reconoce Gal Badihi, investigadora principal de St Andrews. "Estudiar especies más distantes entre sí será una excelente manera de comprender mejor cuándo y por qué evolucionaron estas reglas de conversación", sugiere la especialista.
Décadas de estudio
Los investigadores recopilaron más de 8.500 gestos de más de 250 especímenes durante décadas de registro del comportamiento de cinco comunidades de chimpancés salvajes del este de África, en selvas tropicales y bosques de Uganda y Tanzania. De esta forma conformaron la base de datos más grande jamás creada sobre la gestualidad de estos primates. A partir de estos datos, los científicos también descubrieron que los chimpancés muestran pequeñas variaciones en el ritmo de los intercambios gestuales entre comunidades.
"Aún estamos tratando de averiguar por qué, pero los chimpancés Sonso en el bosque Budongo, Uganda, parecen ser los que hablan más lentamente y se toman su tiempo para responder, mientras que un poco más al sur, los chimpancés Kanyawara son más rápidos", subraya Hobaiter.
¿Qué se dicen los chimpancés?
Según Badihi, la "comunicación ayuda a los chimpancés a evitar conflictos y a coordinarse entre sí", mientras que "sus gestos les permiten comunicarse a corta distancia para alcanzar objetivos sociales en el momento". "Un chimpancé puede hacer un gesto a otro para indicarle que quiere comida y el otro puede dársela o, si no se siente tan generoso, responderle haciéndole un gesto para que se vaya", explica la investigadora.
Badihi plantea que incluso pueden "llegar a un acuerdo sobre cómo o dónde acicalarse", lo que —subraya— resulta "fascinante y se realiza en tan solo unos pocos intercambios de gestos". "Esto es muy diferente a cómo los humanos normalmente usan las conversaciones: intercambiar ideas sobre el mundo sin hacer peticiones específicas a su interlocutor", puntualizó.
Los autores del estudio publicaron sus hallazgos este lunes en Current Biology.