El peronismo busca su metamorfosis urgente para la era Milei
Tras la dura derrota electoral que permitió la llegada al poder de Javier Milei en Argentina, el histórico movimiento peronista comienza a salir de un extenso letargo. El último mandatario Alberto Fernández, su vice y dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, e incluso el candidato al que apostó la alianza Unión por la Patria (UxP) para enfrentar al líder libertario, Sergio Massa, apenas se han pronunciado públicamente en el último tiempo. En momentos de avance de la ultraderecha en el país, la falta de liderazgo del principal frente opositor ha quedado a la vista de todos.
Este viernes 22, el Partido Justicialista (PJ) realizará un congreso en el que deberá definir sobre el pedido de licencia presentado por el actual presidente del espacio Alberto Fernández, cuya figura ha quedado desdibujada por una gestión que no convenció ni a propios ni a ajenos, y que ha sido motivo de disputas internas en el entonces oficialismo.
El Presidente del Congreso Nacional del Partido Justicialista, compañero Gildo Insfrán, convocará para el próximo 22 de marzo a sesión ordinaria del órgano partidario. pic.twitter.com/EbnVTw4Mn6
— Partido Justicialista (@p_justicialista) March 6, 2024
Cambio de rumbo y estanflación
Se han cumplido ya los primeros 100 días del gobierno de Milei y el ajuste prometido en campaña avanza a un ritmo acelerado, aunque sus efectos no se han visto aún sobre la "casta política", como él mismo proclamaba. Por el contrario, la clase media y los sectores más vulnerables de la población ven mermar sus ingresos frente al constante aumento de tarifas, bienes de primera necesidad y servicios básicos.
Muchos de esos ciudadanos afectados por las políticas del libertario Milei votaron en 2023 a La Libertad Avanza (LLA), un partido nacido en 2021 y sin experiencia de gestión, aferrados a la idea de que era necesario un cambio de rumbo. Con un discurso que supo interpretar el hartazgo de la ciudadanía, la figura del economista, irreverente y disruptiva, conquistó a una mayoría que incluyó a votantes de las barriadas populares, históricamente emparentadas con el peronismo.
En tiempos recientes, durante el malogrado gobierno de Fernández, los argentinos alcanzaban apenas a hacer pie en un contexto de alta inflación, pero con cierto nivel de consumo. Ahora, la "estanflación", anunciada y promovida por el presidente Milei, es decir, inflación más estancamiento de la economía, hunde a más ciudadanos a niveles de pobreza, que ya supera el 50 %.
En este contexto de crisis, el PJ buscará articular una nueva conducción, amplia y abierta a recibir a dirigentes que se han apartado del espacio por diferencias de criterio. Se buscará una salida elegante de Fernández, pero no se conoce aún quién podría tomar ese rol. El bastión de resistencia peronista hoy está en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país, donde el gobernador Axel Kicillof fue reelecto con una diferencia de 18 puntos.
Como presidente del Congreso partidario, el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, convocó a los dirigentes peronistas "en el marco de un escenario de gravedad social e institucional que atraviesa" el país "como consecuencia de las políticas de ajuste ejercidas por el actual gobierno", según expresó el comunicado que se publicó en la cuenta de X del partido.
En el encuentro, además, se definirá una fecha para convocar a elecciones abiertas dentro del partido.
Peronismo: pasado, presente y futuro
Nunca ha sido una tarea simple tratar de comprender qué es el peronismo, aunque su influencia en la política argentina es indiscutible y, sin dudas, es el movimiento popular más importante del país. En casi 80 años de existencia, y a casi cinco décadas de la muerte de su fundador, el expresidente Juan Domingo Perón, el peronismo ha virado de la centro izquierda a la derecha, conquistó a las mesas obreras, gobernó y tuvo tantas primaveras como crisis en el poder. Ha sido un férreo defensor del Estado de bienestar y también lo ha desmontado. Sufrió golpes militares, fue proscripto y perseguido y muchos de sus dirigentes, incluido el máximo líder, tuvieron que exiliarse.
Guillermo Moreno, empresario ferretero y economista, fue secretario de Comercio Interior durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, una gestión recordada por su dura posición ante los empresarios a la hora de controlar los aumentos de precios. Su último cargo público fue como agregado económico de la Embajada de Italia, y culminó con el final del mandato de la dos veces presidenta, el 10 de diciembre de 2015. Desde 2019, pesa sobre él una inhabilitación absoluta y perpetua para la función pública por utilizar fondos para comprar cotillón con la inscripción 'Clarín miente', lema que hace referencia al diario argentino que enfrentó al kirchnerismo.
Peronista ortodoxo, cristiano y nacionalista, en 2021 Moreno se desafilió del Partido Justicialista, formó Principios y Valores y llamó a seguir sus pasos "masivamente" ante la designación de Alberto Fernández como nueva autoridad partidaria, al considerar que él mismo se había definido como un "socialdemócrata", contrariando los principios de la doctrina peronista.
En los últimos meses, en sintonía con la acefalía del peronismo, la figura de Moreno, de 68 años, tomó relevancia entre militantes y seguidores desencantados con la dirigencia política actual. Sus apariciones en actos partidarios y programas de televisión, donde expresa agudas críticas a la gestión de los Fernández, lo catapultaron como una de las principales cartas para la renovación, aunque su caudal de votantes es realmente marginal. En las últimas elecciones primarias de agosto de 2023, aún estando inhabilitado para asumir, participó como candidato a presidente y no superó el mínimo necesario de votos para continuar en las generales (3 %). Cosechó 189.756 sufragios, el 0,77 % del total.
Para Moreno, confundir al Partido Justicialista con el movimiento peronista es un error conceptual. "El PJ es el brazo electoral del movimiento peronista. Así fue concebido, pero ahora perdió esa categoría porque estaba conducido por un socialdemócrata, Alberto Fernández. A partir de ahí hay que comenzar la reconstrucción del movimiento y del brazo electoral de la causa", dice en diálogo con RT.
El líder de Principios y Valores remarca que primero hay que diferenciar la etapa "partidocrática" que ha tenido el peronismo durante el siglo XXI de lo que siempre fue la estructura organizacional del peronismo, que fue un movimiento. "Y tiene que volver a ser un movimiento", remarca.
En ese sentido, Guillermo Moreno le quita relevancia al Congreso del PJ en lo que respecta a la necesaria reconstrucción del espacio político: "Lo que va a hacer el Partido Justicialista este viernes es aceptarle la licencia a Alberto Fernández y organizar una comisión de acción política. Ahí se termina, no va a reorganizar el peronismo ni abrirá una nueva etapa del movimiento nacional y popular, ni nada de lo que se está hablando", sostiene.
Y asegura que "la nueva herramienta del movimiento peronista va a ser una confederación de partidos que tengan base doctrinaria". Allí Moreno incluye a su propio partido, al del diputado Miguel Ángel Pichetto, Encuentro Republicano Federal (ERF), a Proyecto Sur, fundado por el fallecido cineasta Fernando 'Pino' Solanas, Todos Unidos, liderado por Adolfo Rodríguez Saa —presidente por 5 días en 2001—, entre otros.
"Esa confederación justicialista va a ser la herramienta electoral del movimiento peronista. Se va a reorganizar con las cuatro ramas que tuvo siempre el movimiento (política, sindical, feminista y juventud), más tres ramas nuevas: conformada por empresarios, organizaciones sociales y técnicos y profesionales", explica Moreno. Y agrega que la organización del peronismo "se está haciendo de abajo para arriba".
Cuando Guille escucha "Traigan al gorila de Milei" pic.twitter.com/auxYdiI0nT
— Pampa (@elpamperop) December 22, 2023
A principios de marzo, el exsecretario de Comercio se reunió con Pichetto, un actor clave en el Congreso que abandonó el kirchnerismo para pasarse al macrismo, y con Insfrán, con el objetivo de reorganizar el peronismo y "repatriar" a quienes se alejaron, reportó Perfil. Allí Moreno expuso su idea de confluir en una confederación justicialista con todos los espacios que se abrieron por fuera. "Esta es mi idea y está conversada con ellos, pero habrá que consensuarlo a resultas del congreso del PJ", indicó.
Pichetto es un conservador, lideró el bloque del kirchnerismo en el Senado durante 10 años, pero lo abandonó y fue compañero de fórmula de Mauricio Macri en 2019. "Tiene una postura doctrinaria dentro de lo que es la ortodoxia peronista. Que haya acompañado a Macri no significa que haya dejado de ser peronista", justifica Moreno.
El exsecretario de Comunicaciones del gobierno de Néstor Kirchner asegura que el "fracaso" del último gobierno no fue del peronismo, porque ninguna de las políticas que aplicó fueron peronistas. "Solo tuvo el ropaje. Si se aplican políticas peronistas, el pueblo va a estar a favor", asegura.
Recuperar la "década ganada"
Moreno ya piensa en formular un discurso para recuperar la confianza del electorado que le dio la espalda al peronismo en las últimas elecciones. "Hay que volver a explicar lo que hicimos durante la década ganada", dice, rememorando lo hecho durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Y tiene argumentos. Para 2015, Argentina llegó a tener el salario mínimo, calculado en dólares, más alto de la América Latina. Ahora es el más bajo de la región, de acuerdo a un estudio de la consultora Focus Market. "Cuando el peronismo fue exitoso el país crecía y bajaba la pobreza", remata.
Sin embargo, no cree que Cristina Fernández sea imprescindible para la conformación de un nuevo armado electoral. "Fue esencial en su momento. Pero es la responsable política de un gobierno socialdemócrata. La figura principal de ese período fue Néstor Kirchner y se murió", afirma.
Tampoco piensa que sea el momento de pensar en las figuras que encabecen ese proceso. "No sé cómo se terminará generando el proceso final. Lo que sé es que se está reorganizando el movimiento de abajo para arriba", reitera Moreno.
Un Gobierno "perdido"
El economista tiene un pronóstico pesimista respecto a la gestión de Milei. De hecho, desde que llegó al poder afirma que será un gobierno breve, de entre cuatro y seis meses. Pero aclara que no terminará antes por una rebelión popular, como ocurrió en 2001, sino "dentro de la ley y el orden".
"Este es un gobierno que está perdido. El presidente recibió la peor herencia que un gobierno en democracia haya recibido, pero la agravó. Todo está peor —analiza Moreno—. El tema fiscal, el tema monetario, la distribución del ingreso, cómo ha hostigado a las empresas. El presidente está llevando a la economía argentina a una depresión, muy similar a la del año 30, cuando lo estuvo el resto del mundo. Es inadmisible que la solución de este gobierno sea importar alimentos en este país, es ridículo".
"Nosotros los peronistas nos tenemos que organizar para estar a la altura de las circunstancias", concluye.
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