La RAE niega haber modificado la norma sobre el uso del acento en la palabra 'solo'
Este jueves se informó de que la Real Academia Española (RAE) había decidido cambiar la regla sobre el uso del acento en la palabra 'solo' para permitir acentuarla cuando funcionara como adverbio y, a juicio de la persona que escribe, existiera riesgo de ambigüedad.
No obstante, un día después, fuentes de la institución cultural con sede en Madrid explicaron al diario El País que la mencionada norma —introducida en 2010— "no se ha modificado, sino que se ha aprobado un cambio de redacción para hacerla más clara".
En este sentido, aclararon que "es obligatorio escribir sin tilde el adverbio 'solo' en contextos donde su empleo no entrañe riesgo de ambigüedad y es optativo tildar el adverbio 'solo' en contextos donde, a juicio del que escribe, su uso entrañe riesgo de ambigüedad. Este inciso no implica un cambio de norma".
Por ejemplo, esta particularidad lingüística se observa en la oración "trabaja solo los domingos", que puede significar que una persona solamente trabaja el último día de la semana o que lo hace sin compañía alguna.
"A veces se ganan viejas batallas"
Tras reportarse en los medios el supuesto cambio, Arturo Pérez-Reverte, académico de la RAE y reconocido escritor, expresó su satisfacción por la novedad, señalando que todos los miembros de la academia de la lengua habían coincidido en ello, puesto que no anula la formulación inicial, pero permite un uso más razonable de la tilde en estos casos. "A veces se ganan viejas batallas", tuiteó.
"Hemos ganado. ¡Sólo hacía falta no pelear solo!", escribió en Twitter, por su parte, el novelista Juan Gómez-Jurado, quien adjuntó la captura de pantalla del siguiente titular de un artículo del diario ABC: 'La RAE rectifica y devuelve la tilde a sólo trece años después'.
Sin embargo, Salvador Gutiérrez, responsable de la nueva Ortografía de la lengua española, aseguró que la "norma no ha sido modificada". "Espero que dejen el empecinamiento [los favorables a la tilde], porque no tienen argumentos técnicos con los que defenderse. Solo son criterios sentimentales y una ortografía no se hace así", argumentó.