Rusia expone "tres áreas clave" de sus preocupaciones en las negociaciones de garantías de seguridad con EE.UU.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, ha resumido este lunes los resultados de las negociaciones sobre las garantías de seguridad con la parte estadounidense, que se celebraron hoy durante ocho horas en Ginebra (Suiza).
Según Riabkov, "la conversación fue muy concreta" y "sustancial". "La parte estadounidense ha tomado nuestras propuestas muy en serio" y los diplomáticos rusos tuvieron la posibilidad de exponer la lógica y el contenido de esas, aseveró el vicecanciller.
Aunque las conversaciones "permiten ser optimista", durante el evento de hoy las partes no han tomado decisiones políticas. Estas serán adoptadas después de las conversaciones con la OTAN y durante el encuentro la OSCE, que tendrán lugar el miércoles y el jueves, respectivamente, señaló el vicecanciller ruso, afirmando que "las cuestiones principales están en suspenso".
"Tres áreas clave"
En cuanto a los temas principales de la conversación, Riabkov los resumió en tres aspectos. "Explicamos por qué es un imperativo absoluto obtener garantías legales de la no expansión de la OTAN, por qué es imperativo que obtengamos garantías legales contra el despliegue cerca de las fronteras rusas de las fuerzas de ataque que podrían alcanzar objetivos en nuestro territorio, y por qué planteamos la cuestión de que la OTAN abandone en gran medida el desarrollo material de los territorios de los Estados que ingresaron en la OTAN después de 1997", comunicó el vicecanciller, subrayando que el bloque militar debería de volver a las fronteras que tenía antes de que iniciara cooptar países del antiguo bloque socialista.
"Hemos dejado claro que si no se avanza en estas tres áreas clave, indispensables, imprescindibles, necesarias para nosotros, el trabajo en otros aspectos, aunque importantes, quedará en entredicho", continuó Riabkov y advirtió de los peligros de un escenario donde "los países de la OTAN cometan un error y actúen en detrimento de la seguridad europea".
Respondiendo a la pregunta de una periodista, el vicecanciller confirmó que hay algunas cuestiones de las que "no se puede imaginar que Rusia o la otra parte cambien sus opiniones". "Pero creemos que es absolutamente necesario lograr que Ucrania nunca se haga miembro de la OTAN", resaltó Riabkov y agregó que lo mismo se aplica a Georgia.
"Estamos hartos de habladurías […] necesitamos garantías impermeables, infalibles, legalmente vinculantes", añadió.
"No nos dejan otra opción"
"No ha sido inesperado para nosotros que la parte estadounidense, en el tono de las declaraciones notorias de los últimos días y meses, presentara pretensiones acerca de las tropas rusas cerca de las fronteras con Rusia", indicó Riabkov y agregó que la delegación de EE.UU. lanzó amenazas y avisos sobre una supuesta invasión en Ucrania. Los diplomáticos rusos, por su parte, rechazaron que Moscú tenga planes de iniciar un conflicto.
Los diplomáticos rusos, por su parte, rechazaron que Moscú tenga planes de iniciar un conflicto. Al contrario, Riabkov afirmó que las maniobras militares rusas son respuesta a actividades cada vez más intensas de los países miembros de la OTAN en Ucrania y algunos otros Estados vecinos de Rusia.
"Empezando por el número de salidas de aviones, las escalas de barcos en puertos ucranianos, las misiones de entrenamiento llevadas a cabo por varios Estados miembros de la OTAN en territorio ucraniano, los vuelos de aviones de todo tipo, incluidos los bombarderos estratégicos con ataques simulados de misiles de crucero en Crimea, los vuelos de estos bombarderos a menos de 15 kilómetros de la frontera con Rusia, los vuelos de los convertiplanos Osprey sobre el río Dniéper en Kiev [... ] todo esto no nos deja otra opción sino reforzar la actividad de enseñanza y entrenamiento en nuestro territorio", señaló el diplomático.
Postura de EE.UU.
Paralelamente, la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, que presidió la delegación estadounidense, confirmó que las dos partes han llegado a "una serie de ideas en las que nuestros dos países podrían tomar medidas recíprocas que serían de nuestro interés de seguridad y mejorarían la estabilidad estratégica", recoge AFP.
"Sin embargo, somos firmes en rechazar las propuestas de seguridad que simplemente son algo inaceptable para Estados Unidos. No permitiremos que nadie termine la política de puertas abiertas de la OTAN", dijo Sherman.
En opinión del periodista Benito Pérez, en el fondo del resultado de las negociaciones está "la desconfianza entre Rusia y el bloque occidental" que se remonta a la guerra en la ex Yugoslavia. Por su parte, el politólogo William Serafino dijo a RT que la falta de progreso en las negociaciones se debe a que EE.UU. está interesado en mantener el espíritu de confrontación con Rusia.
Propuestas de seguridad
Las negociaciones diplomáticas entre Moscú y Washington se han intensificado en los últimos meses tras una escalada mediática y diplomática acerca de la situación en Ucrania. En medio de las tensiones, Rusia publicó en diciembre los proyectos de dos acuerdos que quiere alcanzar con EE.UU. y la OTAN sobre garantías de seguridad. Entre los planteamientos establecidos, Moscú solicita que la Alianza detenga su expansión hacia el este y que Ucrania no se adhiera a ella, un punto sobre el que las dos partes tienen opiniones opuestas.
En diciembre, hubo una reunión virtual y una conversación telefónica entre los presidentes de las dos potencias. Ambas fueron dedicadas a cuestiones de seguridad.
Durante el segundo encuentro, Joe Biden "declaró claramente" a Vladímir Putin que no desplegará armas ofensivas en Ucrania, comunicó el asesor del mandatario ruso, Yuri Ushakov. "También subrayó que Rusia y Estados Unidos pueden y deben desempeñar un papel clave en los esfuerzos por garantizar la paz y la seguridad tanto en Europa como en el resto del mundo", indicó.
Ushakov agregó que Putin dijo a Biden que Rusia actuará para garantizar su seguridad del mismo modo que actuaría EE.UU. y amenazó con "una ruptura completa de relaciones" en caso de "sanciones masivas" contra Rusia. Fue entonces cuando los presidentes acordaron las negociaciones en Ginebra y señalaron que controlarían personalmente el proceso.