
El hombre que combatió el afán monárquico de San Martín y pujó por la integración latinoamericana

Pensar en la independencia de los países que constituyeron la América española es visualizar a Simón Bolívar, a José de San Martín o a Bernardo O'Higgins, es decir, a militares que se subieron a un caballo, tomaron una espada y batallaron por la libertad. Pero detrás también estaban las letras, las ideas. Y uno de sus más conspicuos exponentes fue José Faustino Sánchez Carrión.
Nacido el 13 de febrero de 1787 en la ciudad peruana de Huamachuco, ubicada en el actual departamento de La Libertad, Sánchez Carrión es uno de los padres de la República del Perú, donde este lunes se le rinden honores al conmemorarse 200 años de su fallecimiento.
Su muerte, el 2 de junio de 1825, ocurrió de forma prematura, a los 38 años. Pese a que no participaba en los combates contra el imperio español, no pudo escapar del hado de la época, en la que tantas personas morían sin razón aparente o por enfermedades incurables para el momento. La autopsia reveló aneurisma en el hígado.
#EfeméridesBCRP: Fallecimiento de José Faustino Sánchez Carrión. pic.twitter.com/EGuvke4VAM
— Banco Central de Reserva del Perú - BCRP (@bcrpoficial) June 2, 2023
"He de morir trabajando", le escribió a Bolívar. Una grafía profética. El historiador peruano Raúl Porras Barrenechea lo describió como el "principal impulsor" del Congreso Anfictiónico de Panamá, porque no descansó hasta su muerte en esa idea, "insistiendo ante los gobiernos de América en la designación de sus plenipotenciarios".
En octubre de 1824, el Libertador venezolano, como máxima autoridad del Perú, lo había designado ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, de manera que fuese su extensión en el gobierno, mientras él continuaba al frente del Ejército patriota. Al final, divergencias burocráticas lo obligaron a ceder el mando castrense a Antonio José de Sucre, quien lideraría las tropas en la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre, en la cual se certificó la independencia regional.
En el cargo, el Solitario de Sayán —seudónimo que Sánchez Carrión Rodríguez usaba en sus textos— se encargó de organizar diligentemente la realización del Congreso de Panamá. Desde que fue a Guayaquil a buscar a Bolívar en 1823, la sintonía era total.
"El señor Carrión tiene talento, probidad y un patriotismo sin límites", le comentó Bolívar a Francisco de Paula Santander en una misiva.

"Hay coincidencias, ya cuando viene Bolívar al Perú, él identifica en Sánchez Carrión a un hombre que puede ser su mano derecha", cuenta Rolando Rojas, historiador e investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). "Y ve en Sánchez Carrión a alguien todavía joven, un intelectual y además un apasionado por la política y establece una relación de colaboración", añade a este medio.
En un momento en que los virreinatos caían como piezas de dominó, ambos profundizaron su alianza por afinidad de ideas y pasiones. "Bolívar se propone y Sánchez Carrión rápidamente se convence de que lo mejor para la América española, para la América independiente, era que se estableciera una federación de estados y participa de ese proyecto entusiastamente", insiste.
Su fallecimiento evitó que viera colapsado el gran sueño bolivariano, que había sido heredado de Francisco de Miranda. "El proyecto simplemente no prospera. Pero él es un convencido de la importancia de la integración política de los Estados independientes de la América española", anota Rojas.
Su lucha personal
Lo que sí pudo ver fue la instalación de una República en su país, contrario al deseo de San Martín, quien a través de su asesor político, Bernardo Monteagudo, propugnaba la idea de una monarquía, para la cual propuso inclusive la llegada de un príncipe europeo.
"Sánchez Carrión participa de ese debate, es quien en realidad se opone al proyecto de San Martín y de Monteagudo y más bien reivindica el régimen republicano como forma de gobierno más adecuada para el Perú. Ese es su momento estelar", señala Rojas.
El tribuno de la República peruana, como se autodenominó en alusión a un periódico homónimo que publicaba, dio la batalla de ideas a través del único medio que influía en ese instante: la imprenta. En las páginas de La Abeja Republicana se ganó su reputación como hombre de pensamiento lúcido y refulgente.
En el 203° Aniversario de la Independencia del Perú y el Bicentenario de las Batallas de Junín y Ayacucho, la Embajada del Perú en Panamá realizó una ceremonia de colocación de ofrendas florales en honor a José Faustino Sánchez Carrión y héroes nacionales en el Parque Urracá.… pic.twitter.com/oJmq4Cen3G
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"Él participa liderando ese debate, primero como un escritor anónimo, el Solitario de Sayán, pero luego abiertamente a través de La Abeja Republicana y otros diarios donde difunde su visión republicana", agrega Rojas.
El 15 de agosto de 1822, cuando la Sociedad Patriótica de Lima discernía sobre el modelo político, apareció una firma rutilante. "Un trono en el Perú sería acaso más despótico que en Asia, y asentada la paz, se disputarían los mandatarios la palma de la tiranía", sostuvo Sánchez Carrión.
"Restablezcamos en todo su esplendor la dignidad de hombres propiamente tales; que tiempo hay para que la virtud, el talento, la sabiduría y las hazañas formen distinciones (…). Así que la oportunidad de oprimir solo depende de la ineptitud de resistir", aseguró.
Legado
La historiadora Carmen McEvoy, en un ensayo del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), mencionó una serie de logros del prócer como la instauración del Poder Judicial en la Corte Suprema y cortes judiciales, producto del primer Congreso Constituyente, en el cual acordaron —con Sánchez Carrión como diputado y miembro de la comisión que la redactó— una carta magna con tres poderes.
En ese sentido, el Libertador lo nombró el 8 de febrero de 1825 vocal de la Suprema Corte de Justicia por sus "relevantes méritos y servicios", así como por "su decidido amor por la patria, y constante dedicación y empeño con que se ha consagrado al establecimiento del orden público".

Además, McEvoy recordó un proyecto para erigir universidades y escuelas en las capitales de cada departamento, algo que suele ser opacado por su obra política. "El sistema lancasteriano es el único método de promover pronta y eficazmente la enseñanza pública", apuntó Bolívar en el decreto respectivo.
En el discurso preliminar del bosquejo de la Constitución de 1823, redactado principalmente por Sánchez Carrión como secretario de la comisión, se habló de la necesidad de desarrollar facultades intelectuales. "Una sociedad sin luces es lo mismo que el mundo físico sin la presencia del astro que preside el día", se lee.
Su exigua carrera pública fue suficiente para abordar amplios aspectos de la vida del Perú. Por sus cartas, su sello en la primera Constitución, en la estructura de la República y sus relaciones diplomáticas primigenias, en 2022 el entonces canciller, Oscar Maúrtua de Romaña, lo llamó "padre del multilateralismo peruano".
